
La Historia de Japón en 5 minutos
Japón es un país con una historia milenaria. A lo largo del tiempo, el poder ha estado en manos muy distintas: jefes de aldeas, emperadores, aristócratas, guerreros samuráis y, en tiempos recientes, gobiernos democráticos. En este artículo, te ofrecemos un recorrido claro y sencillo por los principales cambios políticos en Japón, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Los inicios: grupos humanos y aldeas
Los primeros humanos llegaron a Japón hace unos 40.000 años, cuando el archipiélago todavía estaba conectado con Asia. Estas personas vivían en pequeños grupos nómadas, cazaban y recolectaban.
Hace más de 10.000 años, Japón quedó aislado por el mar y se desarrolló una cultura original conocida como el período "Jōmon". Las personas comenzaron a establecerse, usaban cerámica y vivían en armonía con la naturaleza.
El arroz cambia todo
Hacia el año 1000 a.C., llegó desde Asia el cultivo del arroz. La agricultura exigía colaboración y organización, lo que llevó a la formación de aldeas más complejas.
Con el tiempo, varias aldeas se unieron formando pequeñas unidades políticas llamadas “kuni”. Estas fueron las primeras estructuras de poder local en la historia de Japón.
El surgimiento del emperador
En el siglo IV d.C., los clanes más poderosos de la región de Nara unieron fuerzas. Así nació el gobierno de "Yamato". Su líder era llamado “Ōkimi” (gran jefe), que más tarde sería conocido como “Tenno” (emperador).
Japón aún no era un país unificado. Los clanes mantenían cierta independencia, pero poco a poco fueron aceptando la autoridad del emperador.
En el siglo VI, el príncipe "Shōtoku" trató de organizar un Estado más centralizado. Estableció normas para la corte y adoptó el budismo como religión oficial, importado desde Corea.
El príncipe Shōtoku
Mitos imperiales
A comienzos del siglo VIII, el gobierno redactó los libros “Kojiki” y “Nihon Shoki”, que mezclan historia y mitología. Según estos textos, el emperador descendía de la diosa del sol, Amaterasu.
Esto dio al emperador un estatus sagrado, justificando su poder político y espiritual. Esta visión se convirtió en la base ideológica del sistema imperial japonés durante siglos.
El dominio de los aristócratas
En el año 710, se estableció la capital en Nara y comenzó el período "Nara". El Estado japonés adoptó un sistema legal y una estructura centralizada basada en el modelo chino.
En 794, la capital se trasladó a Kioto para limitar la influencia de los templos budistas. Durante el período "Heian", los emperadores perdieron poder real. La familia "Fujiwara" y otros aristócratas gobernaban en su nombre, ocupando cargos como regentes y cancilleres.
Este sistema duró más de 400 años. Fue una época de gran riqueza cultural. Se escribieron obras como “La novela de Genji”, considerada la primera novela del mundo.
Murasaki Shikibu: la autora de la novela de Genji
El nacimiento de los samuráis
Con el paso del tiempo, el gobierno central se debilitó. En las provincias, la seguridad empeoró. Surgieron entonces los samuráis, una nueva clase guerrera que transformaría Japón.
Los samuráis tienen dos orígenes principales. Por un lado, estaban los militares que servían a la corte imperial, encargados de la seguridad. Por otro, existían grupos armados locales que se formaban para proteger sus tierras. Con el tiempo, estas dos corrientes se unieron y dieron origen a la clase samurái.
Estos guerreros adquirieron poder político y militar. En el siglo XII, el líder "Minamoto no Yoritomo" creó el shogunato de "Kamakura", el primer gobierno dirigido por samuráis. Aunque el emperador seguía existiendo, el verdadero poder estaba en manos del shōgun, el jefe militar.
Minamoto no Yoritomo: el fundador del shogunato Kamakura
Gobiernos samuráis y guerras internas
Durante los siglos siguientes, Japón fue gobernado por shogunatos. Después del de "Kamakura" vino el de "Muromachi", que tenía menos control. Esto provocó un período de guerras internas conocido como “Sengoku”.
Los señores feudales (daimyō) luchaban entre sí por el control territorial. Japón vivió décadas de inestabilidad y conflictos constantes.
Paz bajo el shogunato Tokugawa
A finales del siglo XVI, tres líderes unificaron el país: "Oda Nobunaga", "Toyotomi Hideyoshi" y "Tokugawa Ieyasu". Este último fundó en 1603 el shogunato de Edo, que gobernaría durante más de 260 años.
Tokugawa Ieyasu: el fundador del shogunato Edo
Durante este período, Japón vivió en paz bajo un sistema feudal estricto. La sociedad se dividía en clases (samuráis, campesinos, artesanos, comerciantes) y se controlaba con normas rígidas.
Japón cerró casi todas sus fronteras al extranjero (sakoku) y desarrolló una cultura única: kabuki, ukiyo-e, jardines zen y gastronomía tradicional.
La modernización: la era Meiji
En el siglo XIX, los países occidentales presionaron a Japón para abrir sus puertos. En 1853, el comodoro Perry de Estados Unidos llegó con barcos de guerra. El shogunato no pudo resistir, y en 1868 se inició la Restauración "Meiji".
Se abolió el sistema feudal, se modernizó el país con leyes, educación, ejército y tecnología occidentales. Japón se organizó en prefecturas controladas por un gobierno central. Fue el primer Estado moderno de Asia.
"Concierto de música europea" (1889), El Museo Edo-Tokio
Japón democrático
Durante el siglo XX, Japón entró en varias guerras, incluida la Segunda Guerra Mundial. Tras su derrota en 1945, fue ocupado por los Aliados y reformó totalmente su sistema político.
En 1947 se promulgó una nueva Constitución. El emperador pasó a ser solo un símbolo nacional, sin poder político. Japón adoptó un sistema democrático con elecciones libres y un parlamento.Desde entonces, el país ha tenido un desarrollo económico impresionante y se ha convertido en una democracia moderna y estable.